El sector palmicultor del país le apuesta a la autogeneración de energía.

El presidente Ejecutivo de Fedepalma, Nicolás Pérez Marulanda, manifestó que el esfuerzo de las empresas se ha enfocado en reducir e incluso eliminar por completo su dependencia de la red eléctrica tradicional.

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Indicó, en el marco de la 21ª Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite, en Cartagena, que este aprovechamiento se da principalmente en las plantas extractoras que están en capacidad, según dijo, de cogenerar energía a partir de la fibra y la biomasa que resultan del proceso de extracción.

Aseguró, además, que también el sector ha podido generar energía con el biogás mediante el carpado de las lagunas.

“Gracias a esta tecnología muchas extractoras que tienen sus lagunas carpadas son hoy autosuficientes en términos energéticos. Incluso han comenzado a utilizar los excedentes de energía para mover equipos de riego u otros procesos que requieren electricidad dentro de su operación”, afirmó.

Sobre la posibilidad de entrar en el mercado energético para proveer de energía al sistema, el dirigente gremial sostuvo que, si bien la nueva regulación permite vender los excedentes a la red eléctrica, el sector considera que este potencial no está suficientemente desarrollado como para ser un actor significativo en la generación eléctrica a gran escala.

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“En el corto plazo, el mayor potencial del sector está en la generación de energía renovable asociada a los biocombustibles, donde los volúmenes son mucho más relevantes. Este es un sector que, sin duda, está cada vez más cerca de ser autosuficiente en términos energéticos”, apuntó Pérez Marulanda.

El cultivo de la palma de aceite está presente en 158 municipios de 21 departamentos, con 596 mil hectáreas sembradas, de las cuales el 84% están en etapa de producción y un 16% en desarrollo.

De esta industria hacen parte 7.552  productores, donde el 75% son de pequeña escala; 23% de mediana escala y un 31% son mujeres.